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A Julen Fernández le cambió la vida el 4 de octubre de 2024. Ese día volvía a su casa de Donostia desde el centro en el que había empezado a estudiar para ser entrenador personal cuando un coche inesperadamente se le metió delante y él, que iba en moto, salió por los aires. «Desgraciadamente me rompí el cuello y, bueno, pues me quedé con una lesión tetrapléjica que me impide mover el tren inferior y las manos y un poco los tríceps», detalla este donostiarra de 21 años al otro lado del teléfono. Su voz, a pesar de todo, suena alegre. Tiene esperanza. No la pierde. Nunca lo ha hecho. Y gracias a ello ahora quiere someterse a una operación «delicada» en las manos y tríceps, que le permita ganar cierta independencia.
Julen recuerda cada segundo de aquella tarde. Permaneció consciente tras el impacto, pero sin sentir su cuerpo. «Es una putada y al principio todo se ve negrísimo. Yo, además, en el momento del accidente estuve todo el rato consciente y es muy, muy duro. Te despiertas ahí en medio de la carretera y no sientes tu cuerpo y no puedes mover nada, y ves cómo todos los sueños se han caído. Te crees que no vas a poder salir de aquí, pero se sale. Se sale con mucha disciplina. Yo mismo estoy alucinadísimo, la verdad», afirma.
Hoy se desplaza en silla de ruedas y tiene movilidad muy limitada en las manos y en los tríceps. Pero no se resigna. Trabaja día a día junto a un equipo de rehabilitadores en el Hospital de Parapléjicos de Toledo donde se encuentra desde mediados de octubre. Le queda poco para que le den el alta, apenas unas semanas, y ya tiene un nuevo objetivo a la vista: una operación quirúrgica que puede darle independencia y mejorar su vida. Para ello, junto con su familia, ha puesto en marcha un 'crowdfunding' con el objetivo de reunir los 30.000 euros que le hacen falta para costear las dos operaciones que puedan mejorar su calidad de vida. En apenas 24 horas, ya ha alcanzado esa cantidad. Lo que consiga de más lo destinará a ayudar a otros compañeros del hospital que están en situaciones similares o a adaptar su vivienda para que pueda desenvolverse con más autonomía.
La operación no está exenta de riesgos. «Es muy delicada. No hay garantías. Pero si tras ella y con rehabilitación, Julen puede mover las manos, será un logro inmenso», cuenta su ama. El tiempo apremia. El cirujano que le operará les ha explicado que deben intervenir cuanto antes, antes de que se deteriore la transmisión nerviosa. Julen lo sabe y vive estos días con ilusión: «Yo estoy súper ilusionado y la verdad que muy confiado. Tener esta oportunidad es una pasada. Es mejorar, es que te cambie la vida. Yo creo que va a salir muy bien. Conozco compañeros que se han operado y les ha ido muy bien», cuenta.
21 de junio De 10.00 a 13.00 horas
Dónde Yoyagune C/ Zubieta, 11, Donostia
Precio 25 euros
La primera será una cirugía nerviosa. «Van a unir nervios mediante una especie de cola orgánica. Lo que buscan es llevar información de un nervio sano a otro que ya no la transmite. Así podré mover voluntariamente los tríceps y las manos», detalla. La segunda, meses después, será una cirugía tendinosa. «Primero me operaré una mano y luego la otra. Son dos meses de inmovilización por cada una. Pero luego podré cerrar bien las manos, agarrar cosas y tener más fuerza».
20 de junio 19.00 horas
Dónde Gladys Enea, Duque de Mandas, 66
El futuro se presenta esperanzador, a pesar de que el diagnóstico inicial fue devastador. «Fue muy 'heavy'. Nos dijeron que no movería nada del cuello para abajo. La lesión es muy alta, llega a la C4. Nos pintaron un panorama muy negro, pero la evolución ha sorprendido a todos. Julen ha empezado a mover cosas que inicialmente tampoco sabíamos si iba a mover o no y la operación es un paso más», cuenta su ama.
El accidente no ha borrado su vocación. Aquel sueño de ser entrenador no se ha desvanecido. Sigue presente y trabaja duro para retomar sus estudios. «Mi idea es adaptar el local que tiene mi ama en Donostia, donde da clases de yoga, para que puedan venir a entrenar personas con movilidad reducida. Quiero entrenar a parapléjicos, a tetrapléjicos, y a todo el que quiera. Mi objetivo sigue ahí», dice ilusionado.
En los siete meses que lleva ingresado, Julen ha regresado brevemente a San Sebastián. «Fue durísimo. Al principio no podía hacer nada solo. Necesitaba ayuda para todo. Pero ahora empiezo a hacer cosas por mí mismo y eso me ilusiona muchísimo». Nunca olvida a quienes le sostienen. Sus padres. Su novia. Sus amigos. «Les estoy muy agradecidos. Todos me han dado un apoyo enorme».
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Óscar Beltrán de Otálora, Gonzalo de las Heras e Isabel Toledo
Patricia Rodríguez e Izania Ollo (Gráficos) | San Sebastián
Amaia Núñez, Josu Zabala Barandiaran y Kevin Iglesias
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