ELA reclama al lehendakari «abandonar el autoritarismo si no quiere huelgas»
El secretario general fue reelegido con un 90,37% de los votos en un Congreso en el que abogó por ganar más poder sindical y más influencia política
Mitxel Lakuntza, que fue reelegido ayer con el 90,37% de los votos como secretario general de ELA en el XVI Congreso del sindicato, volvió ... a realizar una defensa encendida de la huelga como un «instrumento para lograr más y mejores convenios» y contestó a aquellos que cuestionan el uso que hace la central de esta herramienta, entre ellos el lehendakari, quien indicó recientemente que la huelga no puede ser la primera opción. Al respecto, Lakuntza interpeló a Imanol Pradales señalando que «el problema del lehendakari es que hasta que no hay huelgas no se acuerda de las personas trabajadoras», y añadió que «si no quiere huelga, que abandone el autoritarismo y dé paso a la negociación».
El secretario general, que estará otros cuatro años al frente del principal sindicato de Euskadi, aseguró que las huelgas se hacen cuando las reivindicaciones básicas de los trabajadores no tienen respuesta. «Las patronales y las administraciones siempre tienen la posibilidad de que no haya huelga», remarcó.Lakuntza también desmintió que el conflicto sea un objetivo en sí mismo, como le achacan algunas voces. «Cuando la patronal o la administración pone los contenidos ELA los firma», aseguró. Y añadió que «el objetivo es lograr buenos convenios, pero muchas veces eso no es posible sin conflictos».
En este contexto volvió a defender que la central consigue los mejores convenios, gracias a las personas afiliadas, por lo que la afiliación, añadió, debería ser una prioridad para cualquier sindicato, en contestación a quienes achacan al sindicato que «prioriza sus interés corporativos».
Y en esta línea también respondió a Aitor Esteban quien indicó que 'ELA no es capaz de llegar a acuerdos'. Así, remarcó que la central nacionalista «es la que más acuerdos firma cada año, con una media de 250 y, según las estadísticas, los mejores pactos».
En su opinión, todas estas afirmaciones «que carecen de fundamento» se deben a que «no pueden soportar la solidez de un sindicato formado por 104.000 personas afiliadas».
Lakuntza defendió también «la plena legitimidad que tiene el sindicato mayoritario de este país para incidir en la política, porque Osakidetza es política, el sistema de cuidados es política y también lo es la vivienda, la fiscalidad, el salario mínimo ... Y todas esas políticas afectan de lleno a la clase trabajadora». Una legitimidad que se la dan, añadió, las elecciones sindicales. Y se preguntó «dónde está escrito que el sindicato mayoritario de este país carece de legitimidad para influir en la política» El secretario general de ELA abogó por cambios sustanciales en la negociación colectiva y en la política, reivindicando un «estatus político de este país».
Más militantes y organizados
Tras remarcar que la «central ha ganado la pugna del modelo sindical», gracias al modelo de confrontación y contrapoder, indicó que están trabajando para lograr más poder sindical en cada centro de trabajo y en cada sector y más influencia política. «Ese es el salto que daremos en los próximos años: más militantes y más organizados en el sindicato, porque ELA está aún muy lejos de tocar techo». El reto, a su entender, es cuidar la militancia, consolidarla, organizarla, multiplicarla en una militancia permanente.
Lakuntza logró un amplio respaldo en el Congreso de Bilbao que finalizó ayer, al cosechar 629 votos a favor, 47 en contra y 18 en blanco, además de 2 nulos. El nuevo comité ejecutivo, que será paritario por primera vez en la historia de la central, cuenta con tres caras nuevas: Ane Bilbao, responsable de servicios jurídicos; Luis Fernández, sindicalización, militancia -esta parte es de nueva creación- y elecciones confederales, y Unai Oñederra, formación, Iparralde y estrategias soberanistas.
En el congreso también tomaron la palabra los tres integrantes que abandonan el Comité: Amaia Aierbe, Xabier Anza, ambos por jubilación, y Joseba Villarreal, un histórico que deja el comité para desempeñar nuevas labores en Gizalan. Unas intervenciones que fueron muy aplaudidas por los delegados.
Previamente a la elección del comité ejecutivo intervino como invitado Igor Arroyo, coordinador general de LAB. Arroyo reconoció que «aunque no van de la mano en sus estrategias, no son enemigos ni adversarios, sino que son otros y son muy fuertes», por lo que abogó por que ambos sindicatos unan sus fuerzas para hacer frente a esos adversarios.
«Deberíamos ser capaces de en aquellos lugares donde surgen necesidades y oportunidades comunes, aprovecharla», añadió. Tras admitir que ambos sindicatos no han acertado en «crear una cultura sindical compartida, defendió la necesidad de que exista una coordinación entre las instancias sindicales respetando la autonomía».
Y es que la ponencia política de ELA constataba el «alejamiento» de la central respecto a LAB, lo que achacaba a los pactos institucionales de EH Bildu.
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