«Se desplomó en mitad del paso de cebra y sacamos el desfibrilador de la farmacia»

«En el momento sentí nervios y dudas de qué le sucedía al hombre, si podía necesitar el desfibrilador o no», prosigue Areitio. Pero la decisión de su compañera Jone de utilizarlo fue determinante para reanimar al hombre que se había desplomado sobre la calzada. Después, tras su traslado al hospital en ambulancia, llegó la incertidumbre. «Se lo llevó la ambulancia y parecía que todo había salido bien, pero sin la certeza de cómo estaría el hombre. Por la noche, cuando nos confirmaron que había salido de la parada con la primera descarga y que estaba a salvo, sentí una gran alegría por haber podido ayudarle tanto a él como a su familia», apunta Areitio.

El hombre fue ingresado en el Hospital Universitario Donostia y ha evolucionado favorablemente tras la parada cardiaca que sufrió. «Una médico vino dos días después de lo ocurrido y nos dijo que el afectado había sido visto desayunando y que había mejorado», destaca Areitio.

La farmacia Areitio cuenta con un desfibrilador en la farmacia desde el pasado noviembre, y se muestran orgullosos de ello. «Aunque siempre deseas tenerlo y no utilizarlo, si se da la situación es una suerte contar con él», señala Areitio. Además, según subraya el Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa, «las farmacias cardioprotegidas ofrecen una oportunidad para poder salvar vidas y reducir las secuelas de este tipo de ataques cardíacos», y recuerda que ya son un total de 21 las boticas de Gipuzkoa las que se han sumado a la Red de Farmacias Cardioprotegidas de Gipuzkoa.